A veces, por mucho interés que tengamos en llevar a nuestros bebés pegados a nosotros, la naturaleza puede ir en nuestra contra, especialmente si vivimos en una ciudad del sur de España como es Sevilla. Afortunadamente eso no es tanto problema actualmente, ya que la variedad de portabebés que hay en el mercado nos ofrece opciones muy diversas en cuanto a formas y tejidos para evitar el calor de los meses de verano. Eso sí, no debemos olvidar que estamos llevando a nuestros bebés pegados y que, de todas formas, las horas centrales del día son muy calurosas. Debemos valorar si realmente la temperatura en la calle es idónea para sacar a los bebés.

Aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir un fular/bandolera:

–          Tejido: el algodón es el tejido más común entre los portabebés. Es un tejido natural, que transpira muy bien y siempre es una opción válida, aunque a veces no la más fresca (veremos más adelante el grosor de los tejidos). El bambú y el cáñamo, por sus propiedades termorreguladoras, son una opción muy buena para el calor del verano y el frío del invierno. Podemos encontrar el Aldoria bambú, suave y finísimo fular para usar con bebés de hasta 10kg, y el MamEco, de cáñamo, en tejido liso o estampado ofrece un suporte extraordinario para ser un fular semielástico. La marca LennyLamb tiene fulares de sarga de algodón y bambú finos y frescos, con buen soporte para niños más grandes.

–          Grosor: muchas marcas están incorporando a su oferta de tejidos los de algodón “ligero”. Esto viene a ser un tejido de sarga, rígido, de algodón, pero más fino de lo normal. El soporte es el mismo, pero los hilos que forman el tejido son más finos. Este es el caso de algunos modelos de Girasol, como el Boy or Girl, o la línea ligera de la marca Hoppediz, el algodón más fino.

Incluyo aparte la opción del fular de rejilla. Dentro de las muchas variedades de portabebés podemos encontrar el fular de malla, por ejemplo el Fil´up, apto para bebés desde el nacimiento hasta los 15 kg. La malla es un tejido que a simple vista parece fresco, por los orificios que presenta el tejido y lo considero una opción muy buena para el baño. El inconveniente que le veo es que puede dejar marca en la piel. Teniendo en cuenta que se suelen usar principalmente en verano y que es en esa época cuando se lleva ropa más corta, puede marcar más.

Una opción intermedia dentro de los portabebés ligeros es el Suppori, también con tejido de rejilla, con forma de bandolera. Sirve igualmente para el baño y es muy práctico para niños que comienzan a andar, ya que permite colocar y sacar al bebé rápidamente. Es un portabebé tan pequeño que se puede guardar en un bolsillo.

En cuanto a las mochilas, principalmente debemos tener en cuenta el tejido, que puede variar desde el algodón, de la Boba o Ergobaby (con sus respectivas versiones de algodón orgánico), al cáñamo, en el caso de la Manduca. Con estas tres marcas me refiero a las mochilas para niños a partir de 5-6 meses. Para recién nacidos tenéis la Caboo y la Caboo DX. La primera, hecha en algodón orgánico es un poco más gruesa que la segunda, cuyo tejido de algodón tiene pequeños orificios y resulta muy fresquita en verano.

Para terminar, unos consejos generales para portear en verano:

–          Recordad que en zonas de calor no es recomendable sacar a los bebés a la calle a las horas centrales del día, sea en mochila, fular o en carrito. Si los adultos pasamos calor, los bebés son más sensibles.

–          Siempre es mejor, por mucho calor que haga, llevar una capa de tejido, a ser posible de algodón u otras fibras naturales, entre el porteador o el bebé. Así se evita el roce con el sudor y se transpira mejor.

–          Podemos usar nudos de una capa, que resultan más frescos para el verano, sin necesidad de tener que comprar otro portabebé. Investigad o pedid asesoramiento antes.

–          También se debe tener en cuenta que la capa de tejido del portabebé no debemos asociarlo sólo con proporcionar calor, sino que también protege del sol, lo cual es también un gran aliado en verano.