¿Por qué usar pañales de tela?

Pañales en Mapi, Sevilla

Aquí vemos los pañales PopIn, ImseVimse y Totsbots en Mapi, Sevilla.

Son numerosas las razones que nos llevan hoy en día a usar pañales reutilizables. A grandes rasgos, los tres motivos principales que se nos pueden venir a la cabeza son:

1.- Ahorro

2.-  Son lo mejor para tu bebé (y, por lo tanto, también para ti)

3.- Son lo mejor para el medioambiente.

En este artículo hablaré de las ventajas que, como madre, he encontrado en ellos.

El primer punto que nos decidió a comprarlos fue el ahorro. Pensamos en los 3000€ de media que se estima de gasto al año en pañales desechables, y así los de tela nos compensaban con creces. La inversión inicial está en torno a unos 200 – 250€ en pañales, que son rápidamente amortizables. Ya si se tiene en cuenta que los puedes utilizar para otro hermanito o algún familiar, mucho mejor, ya que la capacidad de reutilizarlos se multiplica.

Una vez que empezamos a usar los pañales de tela (cuando la peque tenía un mes y medio) fuimos descubriendo otras muchas ventajas que les acompañan. La primera y más evidente son los desechos. Cuando miras la papelera que crece a lo largo del día, terminando atestada de pañales, y piensas en los 500 años que tarda cada uno en descomponerse acabas pensando que no quieres dejar esa huella en el planeta. Por lo menos no si puedes evitarlo. Cada bebé gasta una media de 10 pañales al día, yo me imaginaba que en un futuro no muy lejano estaríamos en la playa rodeados de pañales en lugar de arena y no quería contribuir a ello. Los pañales biodegradables son también una buena alternativa en el caso de que no os convenzan los pañales de tela. Hablaremos de ellos en otro post.

Una ventaja que se convirtió en fundamental para nosotros fue la comodidad con los escapes. Con los pañales desechables era habitual, cada día o cada dos días, que se saliera la caca. Con los pipís funcionaban bien, pero la caca hacía como el aquaplanning de los coches y se resbalaba, acabando donde la caca ya no daba más de sí, es decir, en el cuello del bebé, la falda de la madre, el pantalón del padre, etc. Al comenzar a usar los pañales de tela y dejar de ocurrir esto, ¡fue una maravilla! Pasamos de lavar ropa a lavar pañales, pero ahora decidíamos nosotros cuándo.

En cuanto a la piel del bebé de esto nos dimos cuenta un poco más avanzado el uso de los pañales de tela. Comprobamos que la crema para el pañal no era necesaria, ya que su culito no se sonrosaba. Eso sí, en cuanto le poníamos un pañal desechable de plástico eso parecía que iba a explotar. Picor, enrojecimiento, casi heridas ya de más consideración. Es por eso que se recomiendan los pañales de tela a los niños con piel atópica ya que transpiran y están hechos de materiales más agradables, naturales y, por lo tanto, no agresivos con la piel de los bebés. Estos materiales vienen siendo microfibra, algodón (sea orgánico o no), bambú, o los últimos de soja. Son materiales que lavan muy bien, son suaves y secan rápido.

Un atractivo más de los pañales de tela son sus diseños. Ya sean lisos como estampados, son perfectos para “lucir culete”. En verano no hace falta llevar pantalones encima, para dormir son estupendos, incluso los hay con diseños de cuentos infantiles, que dan pie a su lectura antes de dormir. Un gran momento para los papás/mamás y los bebés.

¡A nosotros nos encantan!