París con niños

Se acerca el verano y lo prometido es deuda. París con niños ya está aquí.

París es una maravillosa ciudad para viajar sólo, en compañía, y, especialmente, con niños. Sus más de 400 parques la convierten en la ciudad perfecta para pasear, jugar, disfrutar con arena (hay areneros hasta por la calle) o descansar en unas tumbonas mientras haces una parada en un museo.

En esta entrada quiero contaros el viaje que hicimos el año pasado en agosto con María, que en ese momento tenía poco más de dos años y medio.

He indicado con números entre paréntesis los sitios en el mapa que aparece al final post. Si dais al enlace os aparece un mapa editad de google con la imágenes de los sitios.

Equipaje y preparación (para 7 noches):

  • Vuelo: siempre sacamos las vacaciones con tiempo, así sale más barato. En este caso fue bastante barato.
  • Alojamiento: un estudio por Airbnb entre el distrito X y el II (1) , barrio precioso junto al canal y perfecto para ir andando a todas partes. Es lo que buscamos en todos los viajes, que nos dé la opción de pasear, que es la mejor forma de ver las ciudades para nuestro gusto. Con niños andar no es fácil tanto tiempo, por eso nos ha gustado tanto París, porque siempre tienes a mano un paseo, un parque o un banco debajo de un árbol donde descansar un rato.
  • Calzado cómodo, botas de montaña es lo que suele caer al final, y ropa para una franja desde 10ºC hasta 30ºC. Nos hizo de todo, incluida lluvia torrencial y tormenta.
  • Guía: Lonely Planet, ¡por supuesto! Soy fan desde mis primeros viajes en solitario. No se caracterizan por su cantidad de fotos pero los lugares que incluyen, así como las pinceladas de historia y curiosidades del país son geniales.
  • Brazos extra: fular Girasol y mochila Boba. No, el carro nunca viene de viaje.

Debo decir que el planteamiento de este viaje era muy tranquilo: queríamos ver museos, ya que nunca habíamos estado ninguno de los tres en París, pero siempre según lo fuéramos viendo viable con María. Un poco sobre la marcha. Nos gusta pasear por los diferentes barrios, tomar café, comer algo típico y descansar, así que no queríamos estresarnos.

Voy a enumerar las actividades que hicimos y luego los parques que nos gustaron más, así como restaurantes y barrios a los que volveríamos.

  • Sólo teníamos planificada la entrada al Louvre (2) , que, al sacarla con antelación, puedes entrar por la puerta del Carrusel (3) y te ahorras la cola (fundamental cuando vas con niños). Estuvimos la mañana entera, un poco menos de 5 horas, pero a María le encantó. Entre las historias que nos inventábamos, las cosas que le hacían los turistas, y su pasión por la fotografía (le hacía fotos a todo en las posturas más raras), aguantó como una campeona y vimos mucho del museo.
  • El museo d´Orsay (4) ya no lo aguantó tan bien porque estaba muuuuy lleno y los cuadros parece ser que no le molan tanto. Las salas, al ser más pequeñas y oscuras, agobian un poco más. En ese sí que nos tuvimos que turnar, pero tienes también la zona central con bancos donde descansar.
  • El tercer museo que visitamos fue el Rodin (5) que, al tener el jardín y no ser tan grande, lo vimos una buena opción. La cola fue curiosa, pero soportable. Tiene un jardín con estatuas y cafetería, pero lo mejor es al fondo la zona de árboles con las hamacas gigantes y los areneros. Es bonito cómo se entienden los niños, da igual el idioma que hablen y el país del que sean, se pueden llevar jugando horas y como si se conocieran de toda la vida.
  • Notre-Dame. (6) Intentamos llegar temprano por la cola, pero vimos que había una visita guiada en español en una hora y 15 y decidimos esperarnos. En un lateral de la catedral (según la miras de frente desde la plaza, a la derecha), junto al río hay un parque para niños (7), que estaba a pleno sol cuando fuimos, y un arenero gigante con bancos a la sombra, donde finalmente nos quedamos a comer algo. Allí todos, adultos, niños y adolescentes, terminamos metidos en la arena. Era tentador.
  • La Philarmonie (8). Visita obligada para un músico, pero también cualquiera debería disfrutar de la arquitectura de esa zona y, sobre todo, del maravilloso Museo de la Música, la Cité de la Musique (9). Mirad las actividades antes de planificar porque suele haber conciertos gratuitos para niños uno o dos días en semana. A nosotros nos tocó de jazz.

Y planificando una visita a museo por día, más o menos, no lo quisimos saturar más. El resto fue pasear por la ciudad e ir a algún sitio recomendado de la guía.

  • Surgió hacer un Sandeman Tour general por la ciudad (gratuito, no sé si los conocéis pero se da al final lo que tú quieras al guía) y nos gustó mucho. Son 2-3 horas pero vas parando por el camino. Y por la tarde, ese mismo día decidimos hacer el Sandeman de Montmartre. neweuropetours.eu/es/
  • Es visita obligada el paseo en barco. Nosotros hicimos uno al atardecer (que hacían descuento con el Sandeman Tour) y la verdad es que merece la pena. Yo soy un poco anti-actividades-para-guiris, pero fue muy bonito. Corto (o a mí se me hizo corto) pero bonito y a María le encantó. Se acuerda todavía del paseo en barco. Parten del embarcadero cercano a la Torre Eiffel (10).

Parques y zonas verdes que nos “encontramos” de camino a sitios y en las que hicimos picnic  o descansamos: (Según el barrio que vayáis a visitar ese día, podéis pensar en un parque para hacer picnic, así  los niños tienen su momento de juego y “salvajeo” también)

  • En Montmartre: junto a la estatua de Dalida, la Square Suzanne Buisson (11) tiene parque de albero con columpios, zona de actividades y, por supuesto, arenero. Muy agradable.
  • Frente a la iglesia de la Trinidad, en la Place d´Estienne d ´Orves (12), hay césped con bancos y a la derecha parque de juegos.
  • La Place des Vosges (13), una maravilla. Me encantó. Ahí “sólo” hay fuentes, árboles y césped, pero se está muuuuy a gusto. (Con sólo me refiero a que no hay parque infantil)
  • En los jardines de Luxemburgo (14) suele haber conciertos o alguna actividad en verano. Había una orquesta tocando bandas sonoras con música estilo Milhaud cuando llegamos. María lo flipó. Son preciosos los jardines pero si el día es caluroso, te puede dar algo.
  • Parc des Buttes-Chaumont (15) es una MARAVILLA. Llevadle a los niños bañador, porque hay zonas en las que los fines de semana van las familias y los niños se bañan en el pseudo-río que se forma. Es enorme y muy bonito, con rincones muy dispares: puentes, cascadas, animales, césped amplio, plantas diversas…
  • Las zonas verdes de La Villette (16) están muy bien y tienen muchas zonas diferentes. Se puede alquilar una barquita para ir por el canal. Es muy agradable todo. Hay más parques a los lados del Bassin de la Villette (17).
  • Ambos lados del canal que va desde la Villette hasta la plaza de la Bastilla (18) tienen paseos agradables y se transforman luego (que pasa el canal por debajo) en un parque alargado muy grande (19) con pistas de petanca (deporte nacional) y zonas para niños.
  • En Rue de Babylon, el Jardin Chaterin-Labouré (20) es muy bonito también. Tiene huerto y zonas muy cuidadas. Está frente a una escuela Montessori.

He citado los parques que más visitamos, en algunos repetimos varias veces, aunque luego hay otros como los Champs de Mars (21) o las Tullerías (22) por los que pasaréis seguro, pero tampoco los recuerdo especialmente acogedores y fresquitos.

Como sitios para comer o comprar comida debo decir que casi todo lo hicimos de supermercado, ya que de día íbamos a parques entre visita y visita, y por la noche cenábamos en casa, pero algunos sitios sí quiero mencionar:

  • En los supermercados se puede encontrar queso, vino, paté y foie excelente y muy muy barato. Realmente con los precios de París puede ahorrar mucho en comida haciendo esto. En otras ciudades no merece la pena y no lo hemos hecho tanto, pero aquí buscamos especialmente un piso en el que tener frigorífico y cocina para comer.
  • Como supermercados un poco diferentes están el Bio C´Bon, carete pero los zumos, por ejemplo, en mitad de una caminata te salvan la vida. Esta cadena está por todos los barrios en calles concurridas, no hay que buscar mucho. El Biocoop también es parecido, aunque prefiero el Bio C´Bon. Los Carrefour abren más tiempo y tienen buen pan y variedad de comida más asequible.
  • Las pattisserie son, por supuesto, visita diaria obligada. En nuestra calle teníamos Liberté (23) liberte-patisserie-boulangerie.com , panadería-pastelería de barrio con infinidad de tipos de panes, quiches y postres de todo tipo. La verdad es que cuando llegas a París el olor a mantequilla, sobre todo para aquellos como yo que matarían por un croissant, es una locura, te dan ganas de estar comiendo 24 horas (se pasa con el tiempo). Merece la pena comprar el pan en las pattisserie.
  • El bar de Amelie en Montmartre (24). Podéis visitar al enanito también. Es una parada demasiado turística para mi gusto pero debo reconocer que el sitio tiene su cosa. Y como el tour partía de ahí, pues nos sirvió para descansar antes con un café en la terraza y hacer la foto de rigor. Café des Deux Moulins.www.cafedesdeuxmoulins.fr
  • Restaurante Chez Janou (25). chezjanou.com Nos sentimos como en casa. Encantadores. Creo que es el sitio en el que mejor nos han atendido de todas las ciudades que conocemos. No me refiero a una atención refinada ni mucho menos, sino cercana, cariñosa, ¡y la comida exquisita! De la carta todo está buenísimo, pero no se puede ir uno sin probar la mousse de chocolate. Te ponen una fuente de barro gigante y te puedes echar todo lo que quieras  (María no podía dejar de comer, el camarero se partía de risa). Imprescindible reservar, porque está siempre llenísimo. Nosotros no lo sabíamos y esperamos en la barra para sentarnos fuera. Al ser una calle tranquila merece la pena.
  • Junto al museo Pompidou hay un edificio haciendo esquina junto a la fontaine Stravinsky, en la rue du Cloitre Saint-Merri (26), que se llama Happy Families. Es restaurante bio y tienen actividades para padres e hijos, con opción de ir a darte un masaje y dejar al peque en alguna actividad mientras. happyfamilies.fr Nosotros no entramos, pero la comida y los desayunos tenían buena pinta.
  • Visitamos también un par de pattisseries de renombre pero el precio no compensaba la calidad, que en París es bastante alta ya de por sí.
  • En cada barrio supongo que habrá sitios curiosos y apetecibles. En el nuestro, que era antiguo barrio de artesanos, había infinidad de restaurantes y terrazas agradables, pero que se quedarán para la siguiente visita. Recomiendo Rue des vinaigriers (1), la zona junto al canal (19), Republique (27) (callejear) y Bastilla (28).

Para terminar, y aunque supongo que ya os habréis dado cuenta de lo que nos gusta patearnos las ciudades, recomendaros que caminéis. A nosotros nos funciona el dividirnos el viaje en barrios, cada día uno. Así vamos andando hacia la zona y pasamos el día en ella. Es bonito porque se ve la gente, los ambientes de cada sitio según las horas, los negocios… tiene su encanto.

Espero que os sirva de ayuda. Adjunto un mapa con los sitios mencionados marcados, para que sea más visual ver la zonas. París es grande, recordad J ¡Y muy bonita!

¡BUEN VIAJE!

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